Mientras Canarias bate cifras históricas de facturación hotelera y llegada de turistas, el Gobierno regional se opone a subir salarios y reducir la jornada laboral en una de las regiones con sueldos más bajos de todo el Estado.

Izquierda Unida Canaria (IUC) ha mostrado su rechazo frontal a las declaraciones del vicepresidente del Gobierno de Canarias, Manuel Domínguez, en las que advertía que subir el salario mínimo o reducir la jornada laboral “lastraría el empleo” en las Islas. La organización tacha estas afirmaciones de “inadmisibles”, “clasistas” y de “alinearse con los intereses de la patronal mientras se da la espalda a las condiciones de vida de la mayoría trabajadora del archipiélago”.
“En un momento en el que Canarias vuelve a colocarse como la segunda comunidad con los salarios más bajos del país, y cuando los hoteles baten récord tras récord en facturación, es un insulto que el vicepresidente regional diga que subir los sueldos sería negativo para el empleo”, ha declarado Luisa Tamayo,
Coordinadora Nacional de IU.
Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el salario medio
en Canarias se sitúa en 23.096 euros brutos anuales, muy por debajo de la media estatal, y con sectores como la hostelería rozando la precariedad con sueldos que no superan los 16.000 euros. A la vez, el archipiélago ha cerrado el mejor mes de febrero de su historia en ingresos hoteleros, con 149,2 euros de media facturados por habitación ocupada, un 6,4% más que en 2024. En paralelo, el turismo sigue creciendo y las pernoctaciones alcanzan cifras récord.
“Estamos ante un gobierno que presume de ‘momento dulce’ económico, pero no quiere repartir los frutos del crecimiento con quienes lo hacen posible: las y los trabajadores”, denuncia Tamayo. “Domínguez quiere productividad, pero a costa de mantener los salarios congelados, y encima con el argumento de que subirlos sería peligroso. Ese discurso es el de la CEOE, no el de un gobierno que supuestamente representa a la ciudadanía”.
Izquierda Unida Canaria recuerda que subir el salario mínimo y avanzar en la reducción de la jornada laboral no solo es una cuestión de justicia social, sino también de modernización del modelo productivo y de mejora de la calidad de vida.
“No puede ser que mientras los fondos buitre se enriquecen con vivienda turística y las grandes cadenas hoteleras baten récords, sigamos con camareras de piso cobrando sueldos indignos y sin derecho a descanso real”, denuncia la organización.
Además, la formación señala que el Gobierno de Canarias “no puede escudarse en el número de microempresas” para justificar la precariedad, y exige que el Ejecutivo
de Clavijo y Domínguez impulse un modelo económico que diversifique, redistribuya
la riqueza y dignifique el empleo, no que alimente una estructura de explotación al
servicio de las grandes patronales del turismo y el comercio.
“Estamos hablando de un archipiélago con más de 5,9 millones de pernoctaciones sólo en febrero, y que sin embargo mantiene a miles de personas atrapadas en la pobreza laboral. Decir que no se puede subir el salario mínimo es simplemente defender que la desigualdad siga creciendo”, concluye Tamayo.
Izquierda Unida Canaria reitera que su proyecto político apuesta por la mejora de los salarios, la reducción de la jornada laboral, la fiscalidad justa y la diversificación económica, especialmente en sectores como el agroecológico, la innovación social y
la economía del cuidado. “Mientras Domínguez y Clavijo gobiernan para la patronal, nosotras vamos a seguir organizándonos para defender los derechos laborales y la redistribución de la riqueza. Es una cuestión de justicia”.