La formación critica duramente al Cabildo Insular y a su presidenta, Rosa Dávila, por seguir impulsando macro proyectos que dañan el medioambiente y solo benefician a unos pocos, mientras se ignoran las verdaderas necesidades de la ciudadanía.
Izquierda Unida Canaria (IUC) en Tenerife ha denunciado la reciente decisión de la presidenta del Cabildo Insular, Rosa Dávila, de reactivar dos macro proyectos altamente controvertidos y perjudiciales para la isla: el tren del sur y el circuito del motor. La formación considera que estas iniciativas, que arrastran la misma lógica destructiva que Coalición Canaria ha seguido durante décadas, representan un grave ataque al patrimonio natural de Tenerife y un despilfarro injustificable de recursos públicos.
Ramón Trujillo, Coordinador Insular de IUC en Tenerife, ha expresado su indignación por la aprobación de estos proyectos, calificándolos como «una atrocidad que Rosa Dávila pretende imponer a la isla». Trujillo subraya que tanto el tren del sur como el circuito del motor son ejemplos claros de cómo las políticas de los nacionalistas siguen priorizando los intereses de unos pocos sobre el bienestar general y la preservación del medio ambiente. «Volvemos a las andanzas de Coalición Canaria, con macro proyectos que solo benefician a unos pocos, atacan nuestra tierra y destrozan el patrimonio natural de la isla», afirmó.
Para IUC, la reactivación del tren del sur es un claro ejemplo de la falta de visión y sensibilidad de las autoridades insulares. «La isla no tiene espacio para este tipo de proyectos y su implementación supondría un destrozo medioambiental irreparable. No necesitamos un tren que atraviese y destruya nuestro territorio, lo que necesitamos son soluciones reales y sostenibles para los problemas de movilidad que afectan a la isla», añadió Trujillo.
La formación también ha criticado duramente el gasto de 90.000 euros del Cabildo en la actualización del estudio de impacto ambiental para el tren del sur, un proyecto cuyo coste total está estimado en más de 2.000 millones de euros. «No hace falta un estudio para saber que el tren sería un destrozo para la superficie de la isla, para la fauna y la flora, y para el interés general de la ciudadanía», subrayó Trujillo. «Estos 90.000 euros podrían haberse utilizado para necesidades mucho más urgentes, como la dirección insular de vivienda, que ha sido eliminada, en lugar de tirarlos a la basura en un proyecto inviable.»
Además, Trujillo señaló que, con esos 2.000 millones de euros, se podrían realizar numerosas inversiones en necesidades reales de la ciudadanía, como mejorar el transporte público, desarrollar empleos locales o mejorar los servicios en las comarcas, acciones que serían mucho menos costosas y no causarían un impacto tan devastador en el medio ambiente. «Las administraciones públicas deben defender la sostenibilidad y conservación de las islas, y no seguir adelante con proyectos que destrozan nuestra tierra y agotan los recursos públicos», insistió.
En cuanto al circuito del motor, IUC ha manifestado su preocupación por los riesgos que este proyecto supone para los yacimientos arqueológicos en la zona de Atogo, en Granadilla de Abona. La formación política ha recordado que estos yacimientos son parte del legado cultural e histórico de la isla, y su destrucción sería irreversible. «Es inconcebible que se continúe adelante con un proyecto que no solo afecta gravemente al medio ambiente, sino que también pone en peligro nuestro patrimonio cultural», comentó Trujillo.
IUC ha señalado que, a pesar de las repetidas advertencias de colectivos y de la oposición ciudadana, el Cabildo Insular sigue adelante con estos proyectos, demostrando una vez más su desconexión con la realidad y las verdaderas necesidades de la población. «No podemos permitir que el patrimonio natural y cultural de Tenerife se vea arrasado por macro infraestructuras que solo están planteadas para marcar impronta y sacarse las oportunas fotos, mientras se ignoran las consecuencias para nuestra historia y nuestra identidad», añadió.
La formación política ha acusado a Coalición Canaria de haberse dejado «abducir» por los grandes poderes económicos de las islas, traicionando su supuesto compromiso con la defensa del patrimonio y la identidad de Canarias. «Lo que estamos viendo es la continuación de 30 años de un gobierno que, bajo la fachada de nacionalismo, ha priorizado siempre los intereses de las grandes corporaciones sobre el bienestar de la ciudadanía y la preservación de nuestro entorno», criticó Trujillo.
IUC ha hecho un llamado a la ciudadanía para que se movilice y exija a las autoridades que reconsideren estos proyectos destructivos. «No podemos quedarnos de brazos cruzados mientras nuestra tierra es destruida por decisiones irresponsables y cortoplacistas. Es hora de que las administraciones públicas, desde el Gobierno de Canarias hasta los cabildos y ayuntamientos, se unan para desarrollar políticas de movilidad y desarrollo sostenible que realmente beneficien a la población y respeten nuestro entorno natural», concluyó Trujillo.