Frente a la parálisis del Gobierno de Canarias, la formación propone una estrategia
integral de movilidad sostenible tomando ejemplo de la limitación de coches en Ibiza
para proteger la salud, el territorio y el bienestar del pueblo canario.

Izquierda Unida Canaria (IUC) ha denunciado hoy la inacción del Gobierno de
Canarias ante la creciente saturación de vehículos en el archipiélago y su impacto
ambiental, social y sobre la movilidad diaria. En contraste con lo que está ocurriendo
en Baleares, donde se ha puesto en marcha una normativa para limitar el número
de vehículos en circulación en Ibiza durante la temporada alta, en Canarias
seguimos sin ningún tipo de medida concreta, pese a registrar cifras récord de
motorización.
“Es inaceptable que mientras otras comunidades, incluso gobernadas también por el
Partido Popular, están adoptando decisiones valientes, aquí se siga mirando para
otro lado. Nos acercamos al millón novecientos mil vehículos en circulación,
superando los 830 coches por cada 1.000 habitantes en el conjunto del archipiélago,
con islas como La Palma o El Hierro por encima de los 900, niveles entre los más
altos del mundo”, ha denunciado Luisa Tamayo, Coordinadora Nacional de IU en
Canarias.
El modelo actual, que prioriza la movilidad privada, especialmente del turismo
motorizado y del ‘rent a car’, ha generado un colapso estructural en carreteras, una
presión inasumible sobre los espacios naturales y un aumento constante de
emisiones contaminantes. Según los últimos datos, más del 48 % de los coches
nuevos que circulan en Canarias son SUV, vehículos más grandes y contaminantes,
y la edad media del parque móvil supera los 14 años.
A juicio de IUC, el verano no hace sino cronificar un problema que se arrastra todo
el año. “La movilidad en Canarias no es ni sostenible ni justa: no hay alternativas
públicas suficientes, no hay regulación de la entrada de coches, y las islas están al
límite. ¿Cuántos veranos más vamos a seguir permitiendo esta degradación sin
actuar?”, ha añadido Tamayo.
En este contexto, IUC ha reclamado al Gobierno de Canarias que deje de escudarse
en excusas y afronte con determinación la regulación del acceso de vehículos,
especialmente en islas más presionadas como Tenerife, Lanzarote, Fuerteventura o
La Palma. Para ello, propone medidas como:
● Un sistema de control de afluencia de vehículos durante la temporada alta
similar al de Ibiza, especialmente para flotas de alquiler e implementar una
ecotasa.
● La creación de zonas de bajas emisiones en las principales ciudades del
archipiélago, como establece la normativa estatal.
● El impulso urgente del transporte público con refuerzos en horas punta y
conexiones intermodales.
● Regulación de los ‘rent a car’, limitando su número y favoreciendo flotas
eléctricas o de bajas emisiones.
● Una política fiscal que grave la posesión de segundos vehículos y
desincentive el uso de vehículos de gran cilindrada.
● Políticas para establecer el transporte colectivo de forma efectiva.
“La saturación no se resuelve con más asfalto ni con discursos vacíos. Se resuelve
gobernando, regulando y priorizando el bienestar de la gente frente al interés de las
grandes empresas del turismo o del sector automovilístico”, ha advertido Tamayo.
Izquierda Unida Canaria ha recordado que, en paralelo, los beneficios del turismo no
están repercutiendo en el bienestar del pueblo canario. A pesar de los ingresos
históricos del sector hotelero, con una facturación media por habitación de 149,2
euros en febrero –la más alta de la historia– y con un gasto de los visitantes
extranjeros que roza los 9.000 millones de euros en el primer cuatrimestre, Canarias
sigue siendo una de las comunidades con salarios más bajos, altos índices de
pobreza y un grave problema de vivienda.
“Nos quieren convencer de que no se puede tocar nada para no molestar al turismo,
pero lo que está en juego es el derecho a moverse, a respirar aire limpio, a vivir en
unas islas habitables. Lo que se necesita no es más pasividad, sino una transición
justa hacia un modelo de movilidad que ponga a las personas y al territorio por
delante del negocio”, concluye Tamayo.