En respuesta a la situación crítica de acogida de menores no acompañados, la
formación insta al Gobierno Estatal a tomar medidas efectivas y aprovechar las
infraestructuras militares en desuso.

La situación en Canarias con respecto a la acogida de menores migrantes no
acompañados es una crisis que dura varios años y lejos de solucionar en
determinadas épocas del año se agravan intensificandose hasta alcanzar niveles
que describen una verdadera crisis humanitaria. Con la llegada de casi 17.000
menores esperados este año, las estructuras de acogida existentes están
completamente desbordadas, provocando una presión insostenible sobre los
recursos locales.
Frente a esta emergencia, Izquierda Unida Canaria, a través de su Coordinadora
Nacional, Luisa Tamayo, ha criticado la insuficiente respuesta del Gobierno central,
particularmente su negativa a utilizar instalaciones militares en desuso como una
solución viable y digna para estos jóvenes vulnerables.
«Las condiciones actuales en las que se encuentran estos menores son totalmente
inadecuadas. El uso de carpas y campamentos temporales no solo es una solución
pobre, sino que también compromete la dignidad y el bienestar de los niños y
adolescentes involucrados», afirmó Tamayo. «Existen instalaciones militares que
podrían ser adaptadas rápidamente para proporcionar un alojamiento adecuado. Es
inconcebible que no se aprovechen estos recursos en una situación tan crítica.»
Las críticas de IUC no se limitan solo a la falta de acción en la utilización de
infraestructuras existentes, sino que también apuntan a la necesidad urgente de
reformar la ley de extranjería para facilitar el reparto equitativo de menores
migrantes entre todas las comunidades autónomas. Esta reforma permitiría aliviar la
carga que actualmente soporta Canarias y asegurar una gestión más justa y
eficiente de esta crisis.
«La negativa del Ministerio de Defensa a abrir estas instalaciones y la lentitud en las
negociaciones sobre la reforma legal necesaria son claros indicativos de un
desentendimiento sobre la magnitud de la crisis en Canarias», continuó Tamayo. «El
Gobierno debe actuar con decisión y no dejar que Canarias enfrente esta situación
sin el apoyo adecuado.»
En este contexto, la posición de IUC es clara: es esencial que el Gobierno de
España tome medidas inmediatas y efectivas para abordar esta crisis. Esto incluye
la autorización inmediata del uso de recintos militares no utilizados o parcialmente
utilizados para la acogida de menores, acelerar las negociaciones y aprobar la
reforma necesaria para el reparto obligatorio de menores migrantes entre las
comunidades autónomas, asegurando los recursos financieros necesarios.
Además, Tamayo destacó la importancia de trabajar en colaboración con la Unión
Europea y otras organizaciones internacionales para obtener apoyo adicional y
recursos que permitan gestionar de manera adecuada las llegadas. «No podemos
permitir que la falta de acción del Gobierno central convierta a Canarias en una
cárcel para estos jóvenes que buscan seguridad y un futuro mejor», concluyó.
La crisis humanitaria que enfrenta Canarias no solo exige una respuesta inmediata,
ya que hay que recordar que es una de las rutas más mortíferas, sino también un
enfoque coordinado y compasivo que respete los derechos y la dignidad de cada
menor migrante. Es hora de que el Gobierno central reconozca la gravedad de esta
situación y actúe en consecuencia, garantizando que Canarias no tenga que
enfrentar sola esta crisis humanitaria.